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sábado, 7 de septiembre de 2013

Resumen - EL OBJETO BIBLIOGRÁFICO - Violette Morin


TEXTO:
“EL OBJETO BIBLIOGRÁFICO” (resumen)
(Violette Morin)


Resumen

“Escóndete objeto” un grafitti dirigido al primer transeúnte que se cruzase en su campo de influencia, hacia referencia a uno de los tantos anuncios que acorralan libremente a los consumidores-de-masa, mecanizando su vida, la vida de quien se había olvidado ser por amar demasiado el tener. Ya no es el sujeto quien hace el objeto sino el objeto quien sustituye al Sujeto.
Si bien las relaciones objeto-sujeto no habían sido estudiadas en profundidad, Abraham Moles y Jean Baudrillard intentaron realizar una reducción sistemática de la relación objeto-consumidor.
Según sus teorías la distancia entre el objeto artesanal y el industrial es considerable, así como también señalan dicotomías tales como: utilitario y artístico, mecanizado y artesanal, nuevo y viejo. Pero a nivel de consumo activo del objeto por el sujeto, proviene de la actividad y la sociología de masa.
Distinguieron en la observación del objeto, dos empleos antinómicos, el Biocéntrico o Biográfico, y el Cosmocéntrico o Protocolar.
El Biográfico forma parte de la intimidad activa del usuario, en este caso este con su objeto se utilizan y modifican recíprocamente, y envejecen en forma conjunta. Aquellos objetos que se alejan de lo funcional para ser decorativos o culturales, los que representan una experiencia vivida, son reflejo en ocasiones de la identidad del poseedor.
El objeto moderno o protocolar esta regido por los progresos científicos y culturales de un mundo en plena aceleración. En este sentido no se prevé ninguna sincronía con el poseedor. Naturalmente generado con un cosmocentrismo previo, y la idea de consumo masivo, un mandato de “porque el otro lo tiene” se vuelve imperativo para el consumidor, y supone la satisfacción de todo aquel que lo posea, por el contrario el objeto bibliográfico engrana necesidades vivas.
El objeto protocolar no se arraiga a los interiores sino que los colma por rotación. Este sistema anuncia también el fin del ciclo de vida dando garantía por su utilidad y otorgándole un plazo estipulado de uso. De esta manera el objeto protocolar se tuerce a biográfico, el objeto lleva en si una parte de responsabilidad en los movimientos de liberación o sometimiento provocados por las sociedades modernas.
El consumidor suspira por los sentimientos generados por el objeto bibliográfico, el acercamiento a la decoración íntimamente ligada a la utilidad y el placer de vivir. La estandarización provocó una despersonalización de los elementos para ser solamente utilitarios o decorativos.
En un sentido social, la distancia entre las clasificaciones es distinta en las escalas sociales. En un nivel bajo, es prácticamente nula donde lo artesanal es demasiado biográfico para ocasionar problemas a lo industrializado, así como en el nivel mas alto, en donde lo industrializado es demasiado protocolar para que lo artesanal cause problemas, el punto álgido se produce en el nivel medio, donde la felicidad de no hacer nada con las manos se cruza con la desgracia de no saber que hacer con las manos, donde la felicidad del ser servido por las cosas se cruza con la desgracia de no servir para nada.
Se proponen cuatro campos de meditación para analizar, el primero se refiere al tiempo, donde la interpretación del pasado y el futuro, y la escala social, varía la visión con respecto al objeto. De lo antiguo y distinguido a lo viejo y popular. Lo antiguo tiene mas precio para el modernizado que vive atento al futuro, que para el artesano pegado al pasado; lo viejo tiene mas precio para el rico que no gasta nada, que para el pobre acostumbrado a arreglarlo todo.
El decorativo biográfico, garantiza la eficiencia transitoria protocolar, a través de él el pasado ya no pasa de moda, atempera el futurismo galopante de la actualidad.
El segundo nivel de meditación propuesto es el espacio, este contribuye a marcar su hábitat y arraigo. El objeto sea utilitario o decorativo lo aísla y lo acerca al mundo en una sola función. El objetivo industrial en este punto se direcciona en combinar la industrialización lo artesanal de la lectura de los objetos, de esta manera el destinatario es uno solo. Los habitantes de un edificio se encontraran en una habitación idéntica a la del piso anterior y posterior, un solo objeto decorativo es capaz en este nivel de marcar una diferencia.
El tercer nivel de meditación corresponde a la utilidad y lo decorativo. En este punto el objeto biográfico se impone como una extensión funcional de su usuario, como su cotidianeidad hecha cosa, asi como teme la posibilidad de tanto ser como todos se pierda su individualidad y no se distinga de nadie. Al volverse tan universales, las modas despiertan exigencias de originalidad que corren día a día, el peligro de hacerlas pasar de moda. Los progresos de la técnica esterilizan y fecundan a la vez la singularidad del consumidor por una parte y la universalidad por otra. Le hacen correr dos riesgos extremos: ser todo y no ser nada.
En el último plano de medición, entre nada y todo, la diferencia es insignificante, en los tiempos de la artesanía y los objetos biográficos, en donde estos contribuían a dar confianza al usuario tal como se veía vivir, en el tiempo y en el espacio. Si bien es de medir lo poco que era a través de las cosas que tenia, por cierto que con harta frecuencia el consumidor de bienes automatizados esta hoy en día sobrecargado de bienestar y sin embargo sus gestos, que ponen en marcha las maquinas son desvitalizados, e inexorablemente reducidos a nada.

Conclusiones:

Los objetos de uso cotidiano que irrumpen en nuestras vidas y se escabullen en los deseos de las personas satisfaciendo en algunos casos necesidades que no son verdaderas, deseos someros y vanales, dedicados al objeto de valor, ya sea biográfico, útil, decorativo o funcional, todos generan un arraigo a los usuarios, ya sea sentimental, de utilidad, de necesidad, etc.
Todos poseen su propio interés para el usuario desprovisto de criterio eficaz para disernir entre la increíblemente e infinita gama de productos, es probable que el comprador conozca un género especifico y sea capaz de clasificar la funcionalidad o la calidad del producto que está por adquirir, pero lo cierto es que no todos estamos capacitados para entender todo el espectro de utilidades y categorías, de prestaciones y calidades, de como obtener el mayor provecho a un articulo útil, o disfrutar al máximo un elemento inútil, que al final termina siendo útil dado que, si realizamos alguna acción con este o se le otorga una determinada función, sea decorar o sostener, ya posee su valor de utilidad.
Los objetos nos rodean para brindarnos bienestar, placer y facilitar la vida del ser humano, en cualquier ámbito o sentido que se lo plantee estamos en contacto con un objeto que ha sufrido un proceso de construcción humana, de lo contrario deberíamos estar despojados de todo elemento en la plenitud de la naturaleza, y es curioso como los objetos nos auxilian en todo momento y lugar, que en cuanto la persona que citamos en la naturaleza recogió una rama y la transformó en un pinche a fin de cazar y satisfacer las necesidades básicas, se convierte en esclavo de los objetos sin poder escapar.
Por eso, brindarle el valor que se merecen los productos que creó nuestra civilización, significa contribuir con las personas que en su cotidianeidad dedican su esfuerzo a mejorar la calidad de vida de las personas a través del diseño de productos.

David Molinari

Fuente: http://massdisenio.blogspot.com.ar/2009/11/texto-el-objeto-bibliografico-resumen.html